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Guía de Poda | ¿Cómo podar? ¿Que tipos de podas hay?
¿Qué es la Poda?
La poda es una labor que consiste en eliminar brotes y ramas del árbol y es uno de los cuidados habituales que requiere la planta.
Esta tarea se realiza para limpiar la planta de hojas y flores marchitas, para darle una forma equilibrada y para estimular su crecimiento.
Hecho con cuidado y correctamente, la poda puede incrementar el rendimiento del fruto. No todos los árboles se podan del mismo modo, pero a continuación te enseñamos unos conceptos básicos para que sepas como y por donde realizar los cortes según el resultado que quieras obtener.
¿Cuándo hay que podar?
El mejor momento para podar es el invierno, preferiblemente que sea a finales para evitar el frío intenso, ya que la planta, durante estos meses se encuentra en reposo, por lo que supera mejor el estrés de los cortes que se hacen en la poda, y perderá menos savia.
Tipos de Poda
Poda de Formación
Es la que se realiza en la planta joven para guiar su desarrollo. Este tipo de poda se hace durante los cuatro primeros años desde la plantación, ya que durante este período se prioriza la formación de la estructura de la planta y su vez se seleccionan las principales ramas que formarán toda la estructura definitiva de la planta.
Poda de Fructificación
El objetivo de esta poda es mejorar el desarrollo de yemas de flor, este tipo de poda se hace a partir de la entrada en producción de la planta.
Poda de Rejuvenecimiento
Este tipo de poda se hace cuando el árbol ya está formado para eliminar los chupones, ramas rotas, viejas o enfermas. Se puede realizar cuando finalice la cosecha y aprovechamos para eliminar las ramas fructíferas viejas y damos oportunidad a que salgan nuevas ramas de fructificación. En este proceso también se pueden podar ramas para limitar la altura de la copa del árbol y la extensión de ramas guía.
¿Cómo se deben realizar los cortes en la poda?
Cuando vamos a podar una rama, el corte debe ser sobre la yema que se quiere favorecer, a un centímetro aproximadamente, con la inclinación que la protege de caída de agua y tierra. Se debe hacer un corte en la base de la rama, pero siempre por encima del cuello, quedando las yemas a una distancia de al menos 5mm aproximadamente del corte, que debe de ser en diagonal cuando son yemas alternas a lo largo de la rama y recta cuando crecen a la misma altura del tallo.
Para el caso de ramas gruesas los cortes se hacen de manera que se facilite la cicatrización de la herida, intentando no dejar muñón, aunque el corte se haya iniciado en la horqueta.
La poda se realiza con un corte, hasta casi la mitad de su diámetro, del lado inferior (corte A) y a unos 20-30cm del tronco del cual se origina, a unos 10 cm más hacía afuera y desde arriba se efectúa un nuevo corte (b) esto permitirá separar la rama, la cual se rompe por su propio peso sin desprender corteza. Mediante el corte (c) se elimina el tocón restante.
Herramientas indicadas
Los cortes que se realicen han de ser limpios, ya que es muy importante que las herramientas que se utilicen tienes que estar muy afiladas y no estén sucias ni oxidadas, por lo que dificultan la cicatrización y ayuda a la aparición de enfermedades.
En función del corte debemos de escoger la herramienta más adecuada, ya que existe una gran variedad de Tijeras de poda (Tijeras de una mano, de dos manos, sierras, serruchos…)
Tijeras o podaderas: Este tipo de herramientas son más manejables que los serruchos y se suelen usar para ramas más pequeñas.
Tijeras de una mano: Para ramas de unos 20mm de diámetro.
Tijeras de dos manos: Para ramas de más de 30mm de diámetro.
Sierras o Serruchos: Se necesitan para podar ramas más gruesas. Éstas se pueden acoplar a pértigas para realizar el corte de las ramas más altas.
Navajas de jardinero: Se suelen utilizar para rematar algunos cortes de ramas gruesas que no se quedan limpios con otras herramientas. La hoja de esta herramienta es curva y afilada, por lo que favorece un corte neto y preciso.
La forma correcta de tratar un árbol
En muchos municipios de España las podas y talas de árboles no se están llevando a cabo correctamente, poniendo en peligro la salud de las plantas.
La poda de sólo un lateral del árbol deja a éste desequilibrado y con peligro de caida.
Cortes en épocas equivocadas: La poda debe realizarse cuando el árbol está en periodo vegetativo y la sabia apenas circula. Los cortes mal realizados o hechos fuera de época provocan la aparición de infecciones por hongos. Estos hacen que el árbol se pudra.
Muñones mal insertados: El mal uso de la poda produce crecimientos exagerados. El arbol gasta mucha energía creciendo nuevas ramas en los bordes de los muñones.
Nunca realice cortes sin las herramientas adecuadas provocando arranque o desgarre de ramas.
Podas erróneas: En el campo se hacen podas agresivas con intereses productivos para obtener frutos, madera o comida para el ganado. Estas técnicas no tienen sentido en los árboles ornamentales de la ciudad.
Tirasavias: Dejar una rama al lado del corte permite que la savia no interrumpa bruscamente su camino ascendente. Evita las pudriciones y los brotes de energía desmedidos.
Estructura: En las podas de reducción de estructura se deben evitar talar ramas superiores a los 10 centímetros de diámetro.
Corte adecuado: El corte en bisel es mucho más adecuado para que la herida no retenga humedad. La humedad favorece la pudrición y el ataque de hongos.
Cuello de la rama: Debe respetarse este cuello al realizar el corte, aqui se concentran las células que ayudarán a cicatrizar la herida.
Poda Correcta: Podar consiste en eliminar total o parcialmente las ramas secas, muertas, mal orientadas... Una buena poda mejora y previene la salud del árbol y también de personas y fauna que comparten su entorno.
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