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Trips (Frankliniella occidentalis)
Pequeños insectos que miden entre 1,2 y 1, 4 mm de longitud con una coloración que varía del marrón oscuro al amarillo claro.
Son de apariencia frágil, de cuerpo alargado y se caracterizan, al igual que las otras especies de esta orden, por presentar dos pares de alas con prolongaciones finas como flecos. Poseen un par de antenas con ocho artejos de color más oscuro en el 2º, 4º, 5º,...
Pequeños insectos que miden entre 1,2 y 1, 4 mm de longitud con una coloración que varía del marrón oscuro al amarillo claro.
Son de apariencia frágil, de cuerpo alargado y se caracterizan, al igual que las otras especies de esta orden, por presentar dos pares de alas con prolongaciones finas como flecos. Poseen un par de antenas con ocho artejos de color más oscuro en el 2º, 4º, 5º, 7º y 8º segmento. Esta característica le permite saltar, volar y desplazarse con gran agilidad de un lugar a otro.
Generalmente ponen los huevos en las flores donde nacen las primeras larvas que se alimentan picando los tejidos, para extraer los jugos celulares.
Este insecto presenta dos estadios larvarios, conocidos también como ninfales, un estado de prepupa y pupa.
Las larvas o ninfas de primer estadio, en su período de neonata, son de color blanco hialino, posteriormente adquieren tonalidades amarillentas. Después de la primera muda alcanzan el segundo estadio larval. Las ninfas son de color amarillo ceroso y alcanzan una longitud de 1 mm, observándose antenas formadas por seis segmentos antenales.
Tienen varias generaciones la año.
Los principales daños que causan pueden ser directos o indirectos, los daño directos viene provocados por picar los tejidos y succionar el contenido de las células vegetales, la zona afectada adquiere primero un color plateado y posteriormente muere. Cuando la hembra coloca los huevos en el interior de los tejidos vegetales, provoca pequeñas heridas que secan la zona afectada.
Los daños indirectos son de gran importancia ya que la Frankliniella occidentalis transmite el virus del bronceado del tomate (TSWV). Se manifiesta en forma de manchas circulares con muerte del tejido, tanto en hojas, flores y frutos. Posteriormente, las plantas dejan de crecer, pierden su coloración natural y se deforman.
La magnitud del daño puede variar entre pérdida de rendimiento hasta destrucción total del cultivo.